LA ARQUITECTURA EN LA HISTORIA.
A lo largo de los siglos, la arquitectura ha ido cambiando según las necesidades personales. Los Australopithecus no necesitaban cobijo; pero cuando los Homo Erectus se trasladaron al norte de África, empieza a aparecer cierta necesidad. Se crean cabañas con paredes de ramas que posteriormente se renovarán por los Homo Sapiens con pieles y huesos de animales. Además, entre el 100.000 y el 40.000 a.C., el Homo Neandhertal, demuestra una cierta creencia por la vida después de la muerte, debido a que utilizaban sepulturas y las rodeaban con flores. A partir del 8.000 a.C, la agricultura se establece firmemente y esto lleva a la creación de viviendas permanentes. Se construyen ciudades sin calles formadas por casas rectangulares, separadas por patios, construidas por ladrillo prensado de adobe y sin puerta de entrada. Además, estas ciudades estaban rodeadas por murallas. Seguidamente, en la protohistoria aparecen los zigurats, templos construidos encima de plataformas naturales o artificiales escalonadas con rampas y escaleras.
Esta idea de ciudad se desarrolla con los egipcios, los cuales organizan sus ciudades en base a dos ejes, el río (eje nord-sur) y el sol (eje este-oeste). Las ciudades siguen estos dos ejes, siguiendo una distribución ortogonal. Además, los templos son los lugares públicos más importantes y eran de grandes dimensiones y monótona regularidad para expresar la solidez como símbolo de durabilidad. También estaban demasiado obsesionados por la vida, tanto que creían que después de la muerte esta seguía; es por eso que se crean las pirámides. Estas eran un lugar para rendir culto a los muertos.
Los griegos siguen un poco las pautas de los egipcios, aunque evolucionándolas un poco. La arquitectura griega buscaba el equilibrio, y además cada elemento era cuidadosamente trabajado con el fin de satisfacer a los dioses. En cuanto a la polis (ciudad griega), se situaba en zonas altas, encontrándose en el centro el Ágora, centro de vida comunitaria griega, ya que los griegos le dan gran valor al ocio. El templo era el edificio más importante y no era accesible al público, solamente a algunos sacerdotes. También tenemos el teatro y el estadio, los cuales fueron muy importantes para la educación y la cultura de la polis. El teatro se solía situar en las laderas de la colina para así poder ver, además del escenario, el paisaje de la polis. Por último, las casas griegas eran pequeñas, con un patio central, el cual tenía acceso a todas las habitaciones que le rodeaban.
Tiempo después, los romanos descubrieron el hormigón, también los arcos, las bóvedas y las cúpulas, así como también construyeron obras civiles (caminos, acueductos, carreteras…). Además innovaron con los edificios públicos, creando termas, basílicas, anfiteatros… La ciudad se organizó de manera ortogonal basándose en los campamentos. En el centro de la ciudad estaba el forum (similar al ágora griega), desde este se trazaban dos calles principales ortogonales: cardo (norte – sur), decumanus (este – oeste). Este trazo perdura en la actualidad. Las viviendas se dividían en la Domus (casa de ricos) y la Insula (casa de pobres). En cuanto a los edificios religiosos, se sigue el patrón griego que se enfoca a la vitalidad, naturalidad y energía; además, se experimenta con otros tipos de planta.